Farmacia Francesa Triolet
Museo Farmacéutico de Matanzas Cuba
En la Exposición Mundial de París de 1900 fue galardonada esta Botica Francesa de Cuba, precisamente cuando a nivel mundial se había obtenido la aceptación entre el farmacéutico como fabricante de medicamentos y el médico como terapeuta. Actualmente, conserva todos los elementos muebles e inmuebles originales y es la única botica francesa de finales del Siglo XIX que permanece en el mundo. Con Grado de Protección I, es declarado Monumento Nacional el 20 de noviembre de 2007.
Museo Farmacéutico de Matanzas Cuba
Farmacia Francesa TRIOLET Matanzas 1929
imagen del libro "canto a MATANZAS"
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En la Exposición Mundial de París de 1900 fue galardonada esta Botica Francesa de Cuba, precisamente cuando a nivel mundial se había obtenido la aceptación entre el farmacéutico como fabricante de medicamentos y el médico como terapeuta. Actualmente, conserva todos los elementos muebles e inmuebles originales y es la única botica francesa de finales del Siglo XIX que permanece en el mundo. Con Grado de Protección I, es declarado Monumento Nacional el 20 de noviembre de 2007.
FARMACIA En la ciudad matancera de los siglos
XIX y XX existieron varias farmacias particulares unas más prestigiosas que
otras, pero entre las más famosas cabe a destacar la farmacia Triolet también
conocida como botica francesa actualmente Museo Farmacéutico de Matanzas. En la
antigua Plaza de Armas, actualmente parque de La Libertad, abrió sus puertas el
1ero de enero de 1882, la Botica Francesa, única de su tipo que se conserva en
el mundo. Fundada por los doctores Ernesto Triolet Lelievre (Francés) y Juan
Fermín de Figueroa y Veliz (Cubano), realizó esta función hasta el 16 de enero
de 1964 en que es intervenida por el gobierno revolucionario y nacionalizada
por el mismo. Reabre sus puertas como el primer museo farmacéutico de
Latinoamérica el 1 de mayo de 1964 hasta la actualidad.
En su
construcción predominó el eclecticismo y muestra, entre otros objetos
originales, sus frascos de porcelana policromada, utensilios farmacéuticos, productos
elaborados en el lugar o importados de Europa, en su mayoría sacados de plantas
medicinales, recetas médicas y muchos otros artículos e instrumentos de la
época. Hoy, este Museo Farmacéutico tiene el mérito de ser único en su tipo en
América y mantiene sus aires de esplendor, como cuando se procesaban plantas
medicinales como fuente principal para sus medicamentos y se vendían productos
farmacéuticos de España, Francia, Alemania y Estados Unidos. Todavía se
conservan intactos los instrumentos empleados para la elaboración de
medicamentos.
MUSEO Está ubicado
en la Calle Milanés entre Sta. Teresa y Ayuntamiento, Matanzas, Cuba. El Museo
conserva la atmósfera de esta botica del siglo XIX, gracias a que aun
permanecen sus estanterías originales, frascos, utensilios, libros e
instrumentos en el mismo lugar escogido por sus fundadores hace más de 100
años.
Triolet, de
origen francés, obtiene el título de Doctor en Farmacia en 1860 en Francia y
revalida su titulo en la Universidad de la Habana el 10 de enero de 1866
después de llegar a la isla gracias a una invitación que le hiciera el doctor
Juan Fermín de Figueroa entonces Rey de Boticas de Cuba. A quien había conocido
en Paris. A su llegada a la isla fundan una Botica Francesa en Sagua la Grande
Nuestra Señora de Regla. Interesado por el desarrollo social y económico de la
Atenas de Cuba tras su visita en 1880, decidieron edificar una Botica al estilo
Francés, teniendo en consideración sus gustos y características personales. El inmueble
resulta un fiel exponente de la arquitectura neoclásica doméstica de fines del
siglo XIX, manteniendo hasta hoy la originalidad en sus estructuras de
cantería. Consta de dos plantas y otra parcial en el nivel de la azotea, toda
alrededor de un patio central.
Durante 82
años el establecimiento ganó fama y clientela por la calidad de sus productos.
En 1900, tras la muerte de Triolet, la dirección técnica quedó en manos de
Dolores, la esposa. La que mantuvo las características de la botica y el mismo
profesionalismo de sus fundadores.
El 23 de
noviembre de 1963 se nacionaliza la botica, decidiéndose su cierre como tal
para el mes de enero, lográndose su apertura como el primer museo farmacéutico
de Latinoamérica, el primero de mayo de 1964. Abre sus puertas al público para
mostrar los valiosos bienes patrimoniales que atesora el Museo Farmacéutico de
Matanzas. Allí desafían el tiempo la mesa dispensarial, piezas del laboratorio,
los libros de asentamiento de recetas, la colección de albarelos y el farol de
la guardia.
Distinguen al
Museo Farmacéutico sus colecciones estando entre las más importantes la de los
libros de asentamiento de recetas. En ellos se aprecian prescripciones hechas
por ilustres galenos matanceros como: Font, Madan, Verdugo, Carnot, Saavedra,
Abascal y Betancourt entre otros. También se conservan productos naturales
usados en la botica para elaborar los medicamentos, una muy numerosa colección
de albarelos de porcelana francesa así como frascos de cristal de factura
norteamericana de diferentes colores, se aprecia intacto su laboratorio en el
que se destacan Alambiques, Percoradores, Lixibiadores, etc.
El museo
conserva toda la estantería original de la botica así como cientos de miles de
etiquetas de cristal y papel empleadas para rotular los productos
medicamentosos. Ocupa la planta alta la casa de vivienda de la familia Triolet
- Figueroa así como sus laboratorios privados.Dolores de Figueroa, esposa del Dr.Juan Fermín de Figueroa y Veliz, fue la primera mujer cubana que alcanzó el título de doctora en farmacia y el matrimonio tuvo tres hijos: Alfredo, que se hizo médico forense, Celia, que fue pintora, y Ernesto Luis, doctor en Farmacia. Esta botica convertida en museo
convierte en salas de exposición permanente, la botica, antigua área de venta,
rebotica, 2 almacenes, patio, laboratorio y el zaguán.
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