EPD
Oswaldo Payá Sardiñas
EPD este gran cubano,
incansable luchador del derecho mas esencial del ser humano - su LIBERTAD -
galardón del premio Sakharov (2002) y recientemente nominado para el Premio Nobel de la Paz
FALLECE
EN UN ACCIDENTE DE TRÁFICO EL DISIDENTE CUBANO OSWALDO PAYÁ
Mauricio
Vicent / AGENCIAS Madrid / La
Habana EL PAIS
Payá
coordinaba el disidente Movimiento Cristiano de Liberación y creó el Proyecto
Varela
El
político español Ángel Carromero, de Nuevas Generaciones del PP, viajaba en el
coche
El
activista Harold Cepero también ha fallecido en el siniestro
El disidente democristiano cubano
Oswaldo Payá Sardiñas, líder del Movimiento Cristiano Liberación y premio
Andrei Sajarov de los derechos Humanos del Parlamento Europeo en 2002, murió
ayer en la provincia oriental de Bayamo en un accidente de tráfico, según
confirmaron desde Cuba fuentes de la familia, sin que se conozcan los detalles
del siniestro. En el accidente también ha
muerto su compañero Harold Cepero. Junto a ellos viajaban en el auto el
político español Ángel Carromero y el sueco Aron Modig. Carromero es vicesecretario
general de Nuevas Generaciones del PP en Madrid y Consejero Técnico del
Ayuntamiento de la capital. Según ha confirmado Pablo Casado, de NN GG, los dos
se encuentran bien.
En el momento de su
fallecimiento Payá tenía 60 años de edad y era uno de los opositores residentes
en la isla más conocidos internacionalmente y de más larga trayectoria, creador
del llamado proyecto Varela, que logró recoger más de 10.000 firmas hace diez
años en apoyo a la celebración de un referéndum solicitando un cambio
constitucional y la introducción de libertad de asociación y expresión,
elecciones libres, libertad de empresa y amnistía para los presos políticos.
En un hecho sin precedentes en
Cuba, Payá logró presentar las firmas ante la Asamblea Nacional del Poder
Popular (Parlamento), acogiéndose al derecho que concede la constitución cubana
a los ciudadanos de solicitar un referendo nacional para cualquier propuesta
que tenga el apoyo de 10.000 firmas. Desde luego, la iniciativa, que fue
apoyada públicamente por el ex presidente norteamericano Jimmy Carter cuando
este viajo a la isla en 2002, no prosperó, pero el proyecto Varela consiguió
gran repercusión y marco un antes y un después en el movimiento opositor.
En 2002, Payá fue el primer
opositor cubano en lograr el Sajarov del Parlamento Europeo (posteriormente
sería distinguido también con este premio de Derechos Humanos las Damas de
Blanco y el disidente Guillermo Fariñas). El gobierno le permitió viajar a
recibir el premio, y tras viajar a Bruselas realizó una gira internacional por
Europa y América, que incluyó entrevistas con José María Aznar, Vlaclav Havel y
otras personalidades, como el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Colin
Powell, o el papa Juan Pablo II. También viajo a Miami y sostuvo encuentros con
representantes del exilio histórico.
En 1988, Payá fundó el
Movimiento Cristiano Liberación (MCL), de tendencia democristiana, que ha
llegado a tener cientos de seguidores en toda la isla. En el año 2003, cuando
el Gobierno encarceló a 75 opositores en la llamada Primavera Negra, una treintena
de los detenidos pertenecían al MCL o habían recogido firmas para el Proyecto
Varela. En 2004, Payá recolectó otras 14.000 firmas que presentó ante el
Parlamento con el mismo propósito.
Con su muerte, el movimiento de
oposición en la isla pierde a una de las personalidades de más influencia y
proyección internacional. MCL ha emitido esta madrugada un comunicado en el que
demanda a la Junta Militar cubana una "investigación transparente"
para esclarecer las causas de la muerte de Oswaldo.
Payá nació en La Habana en 1952
en el seno de una familia de tradición católica y asistió al colegio de los
Hermanos Maristas en la barriada del Cerro hasta que este fue cerrado al
triunfo de la revolución de Fidel Castro. Hasta su muerte fue un destacado
laico católico, pero en diversas ocasiones su activismo político le enfrentó
con la jerarquía de la Iglesia Católica. Pese a su condición de opositor, Payá
nunca abandonó su trabajo como técnico de equipos médicos en una empresa
estatal, que brindaba servicio a distintos hospitales y centros de salud.