Wednesday, December 30, 2009

. . . publicidad en tiempos revueltos
campañas publicitarias de empresas cubanas diciembre 1958


…Y cada año también refulge en el cielo de Cuba la estrella de Belén
Unas Navidades felices le desean a todo el pueblo de Cuba
BACARDI                 Sano, Sabroso y Cubano
MALTA HATUEY    La Malta de los Campeones
HATUEY                   La Gran Cerveza de Cuba



una estrella sola, sola y solitaria
guiaba los pasos hasta tu morada
de tres reyes magos de tierra a ofrendarte
por el gran regalo que era tu llegada.

un estrella sola, sola y solitaria
que sin extravíos hasta ti llegaba
se quedo por siempre en nuestra bandera
por marcar la ruta de nuestro destino
y llenar de luz esta linda patria

haz que mas alumbre, que con sus destellos
fulgure la calma y sombras de odio
queden en la nada,
que resplandeciente nos lleve al camino
de la paz ansiada,
que por el se llega hasta tu morada…
y cuando allí estemos, en vez de ofrecerte
tesoros de magia,
con dulzor de azúcar que nos llene el alma
te daremos las gracias.
BANCO DE LOS COLONOS   al servicio del público en general




Hay nubes que ensombrecen el firmamento,
pero también hay estrellas que inspiran
esperanzas de un futuro mejor para la
Humanidad.

Hacemos fervientes votos porque esas
esperanzas se vean realizadas y que la
paz y la felicidad lleguen a todo hogar cubano
en las próximas Navidades y en el
Año Nuevo.
BANCO CONTINENTAL CUBANO
OFICINA CENTRAL: AMARGURA 53, HABANA
56 Sucursales en el Territorio Nacional




Hay que tener Fe ... que todo llega !
JABON RINA



Friday, December 25, 2009

NAVIDADES en EL ENCANTO
Guia de Regalos de Pascuas   Navidades de Libertad 1959



Wednesday, December 23, 2009

NAVIDADES CRIOLLAS 
". . . que suerte tiene el Cubano"




Navidad 1947 Revista Carteles 

Monday, December 21, 2009

. . a unos días de la Navidad 2009
celebremos con antiguas portadas de revistas Cubanas

Carteles 1957

Bohemia 1955

Social 1928

Sunday, December 20, 2009

HAVANA 1929
Onboard Kungsholm to Havana



A cruise onboard Kungsholm to Havana Cuba 1929, a passenger liner owned and operated by the Swedish Amerika Line MS Kungsholm from 1928 to 1941 on transatlantic services from Gothenburg to New York. It was built at the Blohm & Voss shipyard in Hamburg, Germany. The film shows a Havana during the project to expand and beautify the city under the government of Gerardo Machado. The French landscaper Jean Claude Nicolas Forestier was invited by Carlos Miguel de Céspedes, the Minister for Public Works, to redesign all public and civic spaces for the new modern metropolis Havana of the 1920’s.
LA HABANA 1930 a ritmo de rumba
Don Aspiazu y su Orquesta de Cuba


courtesy: http://www.ritmacuba.com/


Al ritmo de rumba, este filme nos transporta a La Habana Republicana, durante el gobierno del General Machado y el Ministro de Obras Publicas Carlos Manuel de Céspedes. A través de panorámicas aéreas se ven las obras del proyecto de expansión de la Avenida del Puerto o Malecón por el paisajista francés Jean Claude Forestier, aun en construcción.

HAVANA 1930-1940
The Cuban National Tourist Comission



A tour of the city of Havana filmed by Andre de la Varre in the late 30's, early 40's for The Cuban National Tourist Comission.

Friday, December 18, 2009

. . . un día como hoy
Carlos Alberto Fleitas


ángel en el altar mayor
Iglesia Parroquial de San Carlos Borromeo - Catedral de Matanzas

Aislado de una realidad, ha observado a sus fieles y no fieles congregarse a sus pies por más de un siglo. Fue acompañado al nacer por un alumbrado de gas, luego por bombillas de una nueva energía que irradiaba una luz matinal desigual a la que sus feligreses acostumbraban. Hoy, su alumbrado convoca decadencia y muchas noches despliega ausencia luminaria al vestirse por la soléenme luz que escasamente surca los vitrales en los crepúsculos a un costado de su puesto de guardia. Aun hoy en ausencia de luz, comparte su vigilancia con otro ángel al extremo opuesto del sagrario. Con su postura inmóvil, ha estado presente ante un pueblo que ha soportado promesas bajo su mirada. Ha resguardado con fiel fe, bautizos, comuniones, confirmaciones, bodas, misas, y congresos eucarísticos. Pero a sus espaldas también, se han congregado creyentes de una generación a cual no se les permitía. Eran noches donde jóvenes católicos en la década de los 70 se agrupaban aun a oscuras de las luces de su faro. Ha compartido, llanto, risas, despedidas tristes y alegres, pero siempre se ha mantenido como un fiel mensajero de un pueblo atormentado. Ha percibido el nacer y morir de una fe, ha sido testigo al crecimiento profesional dentro su jerarquía. Ha estado presente ante esos que nacieron como yo y ante otros que se hicieron sacerdotes, ante los que ordenaron ser obispo y al que hoy es cardenal. El es huérfano de muchos que a sus pies estuvieron, unos por compartir el viaje hacia el más aya u otros por naufragar hacia el exilio. Pero para mi lo mas trascendental es que fue espectador del enlace matrimonial de mis padres hace hoy 44 años.

Thursday, December 17, 2009

CUBA al " FIN DE SIGLO " 1999 
mosaicos que permanecen aun al fin del siglo



calle San Lazaro, Centro Habana

Siempre desmembrada al compás de un ritmo de exigencias de sus leales habitantes, hoy La Habana aun encabezada por la alumbre realidad de su soledad y estancada por su arremolinado presente, demuestra una vez mas ante su historia, su fiebre de subsistir en cuerpo y alma. El hombre que convive en ella recorre sus contornos al igual quien desde tan lejos o cerca la revive en su memoria.

With the advent of the new millennium, Cuba stages itself in a surreal ascendancy. Havana’s once illustrious department store “Fin de Siglo” is today in ruins. The images captured upon my return to Cuba denote a culture rich in its heritage, today detonated as is “Fin de Siglo”. Havana always dismembered to the rhythm of its loyal inhabitants stands framed by her fulgent solitude and stalled by her turbulent present, demonstrating against her history, her fiery to subsist in body and soul.



Books & Books in conjunction with the Coral Gables Gallery Night presented an exhibit of photographs entitled Cuba al "Fin de Siglo" 1999 (Cuba at Century’s End 1999) by Carlos Alberto Fleitas. When architect Carlos Fleitas returned to Cuba, he found the country to be best represented by Havana’s once illustrious department store "Fin de Siglo" which now lays in ruins. This exhibit of color photographs is co-sponsored by Cuban National Heritage, a nonprofit organization dedicated to the preservation of the cultural roots of the Cuban Nation. http://www.booksandbooks.com/







Wednesday, December 16, 2009

LA HABANA ESPACIOS URBANOS 1902 - 1958
Carlos Alberto Fleitas

 


Jean Claude Nicolas Forestier:
Avenida del Puerto / Malecón, ca.1926  foto de archivo

Con el advenimiento de la República, La Habana entra en un nuevo siglo, desguarnecida de las usanzas coloniales e influenciada por la búsqueda de un nuevo orden social. En ella, sus habitantes, durante cinco décadas republicanas, conviven dentro de su tejido urbano, éste cada vez más monumental. El estallido urbano de la época, auxiliado por el imponente patrimonio colonial de cuatro siglos, creció animado por una cosmovisión que supo exonerar sus espacios urbanos adjunto a su arquitectura desde un historicismo ecléctico europeo a la modernidad pragmática norteamericana. Gracias a nuevas leyes de inmigración, dictadas tras el asentamiento de la Republica en 1902, la población de la capital pasa de 250.000 habitantes en 1900 a medio millón en 1930. Aún así, este crecimiento urbano dentro del siglo XX, depende no sólo de la nueva instituida república auspiciada por la Intervención Americana de 1899-1902, (época que trajo consigo la construcción de infraestructuras viarias y sanitarias, escuelas, clubes, hoteles, hospitales, y nuevas técnicas de construcción) sino aún más por la herencia urbana trazada desde fines del siglo XVIII.

Es el crecimiento económico de la segunda mitad del siglo XVIII, canalizado por la breve dominación inglesa, la cual expuso ante los habitantes criollos el freno impuesto por la corona española al desarrollo de la isla. Durante este tiempo el capital financiero nacional buscó donde invertir las ganancias extraídas al tabaco y al azúcar, lo cual dio comienzo a la parcelación de fincas que pasaban así de rústicas a urbanas, con lo que la ciudad de extramuros se extendió. Dentro de este proceso de expansión, los habaneros comienzan a vivir un sentimiento de modernidad; el cual plasma con mayor plenitud el desarrollo de los espacios urbanos a principios del siglo XIX, en el período del General Tacón. Los cambios en la imagen urbana no se limitaron a la extensión física de la ciudad y a la construcción de numerosas edificaciones relevantes, sino que incluyeron un ambicioso programa de calificación de los espacios públicos. Como parte del proceso de compactación y de expansión urbana, los sectores acomodados de la ciudad fueron abandonando el centro; de esa manera, el centro fue desplazado desde el Puerto hasta la zona que hoy ocupa el Paseo del Prado, sobrepasando las murallas que eran militarmente obsoletas y comenzarían a demolerse en 1863. Esta zona de ensanche, aumentada en población durante la segunda mitad del siglo XIX, es donde se produce un verdadero aluvión de innovaciones urbanas, como el alumbrado público por gas (1848), el telégrafo (1851-1855), el transporte público de tracción animal (1862), el acueducto de Albear (1874-1893), el servicio telefónico (1881), el alumbrado eléctrico (1890), la mejoría del transporte dada por la introducción del automóvil (1898) y del tranvía eléctrico (1901).

El siglo XX, revela ante los miembros de la nueva sociedad republicana, una progresiva recuperación económica, adyacente a un sostenido crecimiento demográfico, el cual da aliento a la proliferación de nuevos proyectos urbanos. Entre ellos, se destacan la creación del Malecón, la reconstrucción del Paseo del Prado y el concurso de la Plaza Cívica. Éstos sustentan una etapa ecléctica y monumental, auspiciada por el deseo de modernización.

MALECÓN  1901-1958
Desde su fundación, la Habana, limitada al Este por la bahía, definiría su crecimiento continuo hacia el Oeste, hasta descubrir su otro límite natural, el río Almendares. Realizado por los ingenieros del gobierno interventor, el Malecón o Avenida del Golfo supo demostrar desde temprana edad su riqueza paisajística como fachada de la ilustre ciudad que hoy aún enmarca y no sólo su uso funcional. Desde su creación guarda la ciudad, la cual se reclina en su costa. Construido según fue proyectado en su tramo inicial por los ingenieros norteamericanos Mead y Whitney, el Malecón, en su forma monumental, nos presenta un espacio urbano único por su escala y su importancia como borde de retención. En él, su valor visual quedó reducido a un muro de retención, aunque originalmente fue diseñado para ser acompañado por una luminaria de orden colonial y escoltado por una estría arbolada en la acera opuesta. Aún así, dentro de su simple diseño, se percibe la magnitud de una compleja obra estructural. Percibido desde un siglo antes por el ingeniero militar Francisco de Albear, un proyecto dentro de una serie de paseos, su alto costo y complejidad constructivas lo desterraron a pasar inadvertido. Inicialmente el Malecón se extendería por un corto tramo desde el Castillo de la Punta en dirección oeste, de acuerdo a la importancia que le dio Leonard Wood, quien llegó a afirmar que el valor de los futuros gobiernos podría medirse por los esfuerzos de extender su construcción. El Malecón quedaría definido en su tramo inicial y preparado para las sucesivas ampliaciones, todas respondiendo al diseño original. Su trayectoria se llevó a cabo hasta llegar al límite con el río Almendares, con espacios urbanísticamente significativos en su trayectoria.


detalle en bronce, pedestal de la luminaria del Paseo del Prado, 1929

PASEO DEL PRADO    1772 / 1834 / 1929
Comenzada su edificación en 1772, durante el régimen del Marqués de la Torre, pronto la Alameda de Isabel II o Paseo de Extramuros, pasaría a formar uno de los sectores de distracción de la sociedad habanera de entonces. No es hasta 1904, dos años después de la instauración de la República, que es nombrado por el Ayuntamiento, Paseo de Martí. Inicialmente consistió en una simple alameda amoldada para el tránsito del paseo con tracción de animales. En 1834, bajo el gobierno del General Tacón fue remodelado y adquiere mayor jerarquía con las mejoras en mobiliario, el alumbrado público y la pavimentación. En 1898, el plan de mejoras urbanas activado por el Gobierno Interventor norteamericano, incluye la reconstrucción del mismo, recibiendo nuevo arbolado y mobiliario. Con la realización del proyecto de ensanche y embellecimiento de La Habana, bajo el gobierno de Gerardo Machado e invitado por Carlos Miguel de Céspedes, Secretario de Obras Públicas, el paisajista francés Jean Claude Nicolas Forestier acompañado por el arquitecto francés Jean Labatut,( quien treinta y tres años más tarde sería responsable por el diseño del obelisco para el Monumento a José Martí en la Plaza Cívica) y secundados por un equipo de colocadores franceses y cubanos, (entre los que se destaca Raúl Otero), es que se rediseña el parque lineal complementando la construcción del Capitolio Nacional, ambas siendo inauguradas el 20 de mayo de 1929.



Francisco de Albear: Plano de La Habana, faja de las murallas, 1874
Jean Claude Nicolás Forestier, Raúl Chaumont, Raúl Otero:
Paseo del Prado, 1930  foto de archivo

“La República, consciente de deberes indeclinables, anhelaba presentarlo a las generaciones nuevas, dentro del marco majestuoso que reclama.”
“. . . debe construirse a que millones de conciencias sirvan de pedestal a lo que debe ser símbolo vivo, confortante e irradiador, perpetuado por los artífices del ideal y la belleza, sobre la desnudez de mármoles y bronces. Un altar de cívica consagración donde la nacionalidad se sienta glorificada y fortalecida; donde la palabra parezca que ore, y el Redentor se destaque nimbado por la veneración de un Continente.”

Federico Laredo Bru
Presidente de la República

En Memoria de José Martí - República de Cuba, Comisión Central Pro-Monumento La Habana, 1938


croquis para propuesta del concurso, dibujo de Jean Labatut, ca.1940

PLAZA CĺVICA   1937-1960
La zona de la Plaza Cívica completa el desarrollo norte de la cuidad al este del río Almendares. Desde el primer viaje a la capital cubana del urbanista francés Forestier en 1925, se reconoció oficialmente en la Loma de los Catalanes el nuevo punto físico de lo que sería la Gran Habana del futuro. La Comisión Central Pro-Monumento creada en 1937 bajo la presidencia de Federico Laredo Bru selecciona este sitio. Es en éste, donde el Dr.Roberto A. Netto, Secretario de la comisión bajo Decreto Presidencial Número 2850 del 9 de septiembre de 1937, ratifica la autorización a la comisión central para estudiar conjuntamente con las bases del concurso, la forma, modo y procedimiento, a fin de que dicha obra pudiese ser emplazada en la nueva plaza cívica proyectada en la meseta de la ermita. Por el propio decreto se dictaron las Bases del Concurso Interamericano para erigir un Monumento a Martí, la que convocó un concurso donde participaron 47 trabajos por artistas de numerosos países. El concurso se destacó por ser un certamen dividido en tres partes: Plaza, Monumento y Escultura. El primer premio quedó desierto por no existir ninguna propuesta acorde con los intereses gubernamentales de la magnitud y esplendor que requería el lugar. A partir de esa fecha existieron diversos concursos, hasta que por último en 1942 se concluye otorgar el primer premio a la ponencia concebida por Juan José Sicre y Aquiles Maza. Aún así, no es hasta 1952, después de un difuso período de inactividad, que se funda una junta con anterioridad al Centenario del Natalicio de José Martí, la que decreta modificar el proyecto triunfador. De esta forma se toman diferentes aspectos arquitectónicos de las propuestas previamente ganadoras. Se selecciona la escultura de Juan José Sicre correspondiente a la del proyecto ganador del primer lugar en 1942, que alcanza 18 metros de altura y fue tallado en el sitio completamente a mano; y el monumento obelisco de forma piramidal y planta estrellada diseñado por Jean Labatut, con una altura de 139 metros sobre el nivel del mar, premiado con el segundo lugar en el concurso del mismo año. La plaza sufre más en el sentido de que nunca incluye ninguno de sus propuestas ganadoras, se ejecuta sin estudio urbanístico adecuado, sin dictar regulaciones de diseño para la edificación que agruparia su entorno. La cúspide del obelisco posee un mirador desde el que se divisa un teatral espectáculo cívico. Uno logra visualizar con luminosidad el enlace urbano, trenzado por la sucesión de los años e interrumpido y alterado por la mano del hombre. Todo ciudadano que visita el punto (Plaza Cívica) más alto en la ciudad, visualmente perfora por una línea (Paseo del Prado) forestal hasta llegar al borde (Malecón) de retención, el cual desemboca en el mar Caribe.


Enrique Luis Varela, Jean Labatut, Juan José Sicre ( escultor):
Monumento a José Martí,
Plaza Cívica en construcción,1953 foto de archivo
Planta de la galería, Monumento a José Martí, Plaza Cívica, Jean Labatut, ca.1940






articulo originalmente publicado en: 
HERENCIA Volumen 7 No. 1 - Verano, 2001 http://www.herenciaculturalcubana.org/v7_1.html



Tuesday, December 15, 2009

HAVANA URBAN SPACES 1902-1958
Carlos Alberto Fleitas


With the coming of the Cuban Republic, Havana entered a new century stripped of colonial customs and influenced by the search for a new social order. Over five Republican decades her inhabitants coexisted within the urban fabric, which became ever more monumental. Assisted by four centuries of impressive colonial heritage, the period’s urban explosion was driven by a world view that freed its urban spaces and architecture from eclectic European historicism and moved them toward pragmatic North American modernity. Thanks to new immigration laws, passed following the establishment of the Republic in 1902, the population of the capital went from 250,000 inhabitants in 1900 to half a million in 1930. Even so, urban growth during the twentieth century depended not just on the newly instituted republic, supported by the American occupation of 1899-1902, (a period that brought the construction of transportation and sanitation infrastructure, schools, clubs, hotels, hospitals, as well as new building techniques), but even more on the urban inheritance that had developed from the end of the eighteenth century.

The economic growth of the second half of the eighteenth century, guided by the brief domination of the English, made clear to the criollo inhabitants the restraint that had been imposed by the Spanish crown during the development of the island. During this period domestic financial capital sought new places to invest their earnings from tobacco and sugar. This encouraged the breaking up of country estates which went from being rural to urban, and caused the outer city limits to extend. The inhabitants of Havana began to live with a feeling of modernity during this time, which gave greater shape to the development of urban spaces in the era of General Tacón at the beginning of the nineteenth century. Changes to the urban visage were not limited to the physical expansion of the city, nor to the construction of numerous outstanding buildings, but also included an ambitious assessment program for public spaces. As part of the process of urban compression and expansion, well-off groups within the city began leaving the city centre. As a result the city centre moved from the port to the area that is today occupied by the Paseo del Prado, passing the city walls that were now militarily obsolete and which would begin to be demolished in 1863. This expanding zone, which grew in population during the second half of the nineteenth century, is where a flood of urban innovations were introduced, including gas-powered street lighting (1848), the telegraph (1851-1855), animal-drawn public transport (1862), the Albear aqueduct (1874-1893), telephone service (1881), electric lighting (1890), and the improvement of the transport system thanks to the introduction of the automobile (1898) and the electric tram (1901).


The twentieth century offered those living in the new Republican society progressive economic recovery, along with sustained population growth, which together provided the stimulus for a proliferation of new urban projects. Particularly important were the creation of the Malecón, the rebuilding of the Paseo del Prado, and the competition to design the Plaza Cívica. These projects supported an eclectic and monumental period, guided by the desire for modernization.


MALECÓN 1901-1958
From the moment it was founded, Havana, limited to the east by the bay, would gear its continuous growth towards the West, until reaching its other natural boundary, the Almendares river. The Malecon, or Avenida del Golfo, was created by the engineers of an occupying government, and early on displayed its scenic riches as the face of the illustrious city it still surrounds today, rather than showing only its functional purpose. From its creation the Malecón has guarded the city, which lies along the shore. The original stretch was built as planned by the North American engineers Mead and Whitney. The monumental form of the Malecón presents us with a unique urban space due to its scale and its importance as a retaining boundary, although it was originally designed to be accompanied by colonial style lighting, and tree-lined along the opposing sidewalk. Nevertheless, you can feel the magnitude of a complex structural work even within the final simple design. Conceived nearly a century before by the military engineer Francisco de Albear, the Malecón was only one project among a series of avenues, and its high cost and construction complexity destined it to progress without much notice. Initially the Malecón was to extend westward along a short stretch from the Castillo de la Punta, reinforcing the importance given the project by Leonard Wood, who maintained that the value of future governments would be measured by their efforts to extend the construction. The Malecón would be defined by the design of the original stretch, and prepared for later extensions which would all be based on that original design. The Malecón was built as far as the limit created by the Almendares River, with significant urban spaces along its path.
PASEO DEL PRADO 1772-1929
The Alameda de Isabel II, o Paseo de Extramuros, begun in 1772 under the regime of the Marqués de la Torre, would become one of the main meeting and relaxation spots for Havana society of the time. It was not until 1904, two years after the establishment of the Republic, that it was named the Paseo de Martí by the municipal government. The Paseo initially consisted of a simple boulevard created for animal-drawn traffic. In 1834, under the government of General Tacón, the Paseo was remodeled, and acquired greater status through improvements in street furniture, public lighting and paving. Through the urban improvement plan implemented by the North American government of occupation in 1898, the Paseo was rebuilt, and given new trees and furnishings. During the project to expand and beautify Havana under the goverment of Gerardo Machado, the French landscaper Jean Claude Nicolas Forestier was invited by Carlos Miguel de Céspedes, the Minister for Public Works, to redesign the linear park. Forestier was accompanied by French architect Jean Labatut, who designed the obelisk for the José Marti monument in the Plaza Cívica some thirty-three years later. Forestier and Labatut were assisted by a team of Frenchmen and Cubans, including Raúl Otero. The redesign of the park complemented the construction of the Capitol, and both were inaugurated on May 20th, 1929.


PLAZA CÍVICA 1937-1960
The Plaza Cívica area completes the northern development of the city to the east of the Almendares river. From the moment of Forestier´s first visit to the Cuban capital in 1925, the Loma de los Catalanes was officially recognized as the new physical high point of what would be the Great Havana of the future. This site was selected by the Central Pro-Monument Committee (La Comisión Central Pro-Monumento), which was created in 1937 under the presidency of Federico Laredo Bru. Presidential Decree 2850, issued by Committee Secretary Dr. Roberto A. Netto on September 9th, 1937, ratified the committee’s authorization to study the bidding documents as well as the form, method and process for the bidding competition. The new construction would be placed in the new civic square that was planned for the so-called ‘Hermitage Plain’. This decree set out the bidding guidelines for the Inter American Competition to erect a monument to Martí. 47 artists from different countries participated in the competition. The bidding was significant in that it was a contest divided into three parts: the Plaza, the Monument, and Sculpture. The first contest was declared void as no proposal was presented that fit with the government’s vision of the magnitude and splendor required for the space. From that point on, various competitions were held, until finally in 1942 the first prize was awarded to the work proposed by Juan José Sicre and Aquiles Maza. Even so, a lengthy period of inactivity followed. It was not until 1952 that a committee was finally formed, in anticipation of the hundredth anniversary of José Martí’s birth, to modify and implement the winning project. Different architectural approaches were created from the original winning proposals. Juan José Sicre’s sculpture, as proposed in the winning project from 1942, was chosen . It measured 18 meters high, and was created on-site completely by hand. The monument chosen was an obelisk designed by Jean Labatut, in the form of a pyramid with a star-shaped base. It rose to 139 meters above sea level. Labatut’s proposal had won second place in the 1942 contest. The design and construction of the plaza itself suffered because none of the winning proposals were chosen. The project was undertaken without adequate urban planning studies, and without imposing design parameters on the buildings that would surround the plaza. The top of the obelisk possesses a viewpoint from which you can take in a truly spectacular civic vista. One can see the brilliance of the urban connections, intertwined through the years and interrupted and altered by human hands. Every citizen who visits the highest point of the city, the Plaza Cívica, can follow a forested line, the Paseo del Prado, with his eye, eventually reaching the retaining boundary of the city, the Malecón, which runs into the Caribbean Sea.



article originally published by:   South Florida History Magazine  Volume 30, No.1, 2002
exhibition at:   Historical Museum of Southern Florida  
LA HABANA: Civic Architecture 1902 - 1958   October 7, 2002 - January 12, 2003  
This exhibition featured historical and contemporary photographs of the civic architecture of Havana, during Cuba's Reupublican period, (1902-1958). Among the many buildings and public spaces examined where the Capitolio Nacional, The Malecon and the Paseo del Prado. The images where all from the collection of guest curator Carlos Alberto Fleitas,  architect and photographer.